Seis claves para entender en qué consiste la neuroeducación
Transmito este artículo del diario EL TIEMPO de Colombia, lo encuentro
adecuado para proponer un debate sobre lo que se afirma sobre la
Neuroeducación.
Os propongo un pequeño análisis y opinar. ¡Ánimo!
Basado en un artículo de LAURA AGUILERA
La neuroeducación puede implementarse desde la primera
infancia, de acuerdo con la experta Anna
Lucía Campos.
Por qué unos niños aprenden más rápido que otros y por qué algunos
simplemente no lo logran es una cuestión fundamental dentro de los sistemas
educativos, la mayoría de los cuales estandarizan la tarea de los maestros.
Con el fin de responder a preguntas como estas nació la neuroeducación, una
disciplina que echa mano del conocimiento aportado por los estudios sobre el
funcionamiento del cerebro para ayudar a los niños a comprender mejor y más
rápido, entendiendo que cada persona tiene un sistema nervioso central único,
razón por la cual los métodos de enseñanza tradicionales no se ajustan a todos los
individuos.
Para hablar sobre este tema en el Primer Foro sobre Neuroeducación vino al
país la experta brasileña Anna Lucía Campos, directora del Centro
Iberoamericano de Neurociencias, Educación y Desarrollo Humano (Cerebrum).
EL TIEMPO conversó con ella acerca del espectro que cubre esta disciplina y
los mitos alrededor de ella.
¿Cuál es el aporte de la neuroeducación?
La neuroeducación ayuda a construir conocimiento con el educador mediante
el estudio del cerebro. Propone que los maestros evalúen desde el proceso
neuronal de cada niño si le están exigiendo algo que simplemente no puede dar.
Lo anterior los lleva a tener en cuenta el proceso de maduración cerebral para
diseñar estrategias de enseñanza.
¿Cómo ayuda esta disciplina a los niños que tienen problemas de
concentración o de memoria?
La puerta de entrada para llegar a un niño con desarrollo atípico no es el
pequeño, sino el maestro; él debe saber qué sucede en el proceso de
neurodesarrollo y todo lo que se está estimulando a diario. Nos hemos encontrado
con docentes que en sus aulas tienen niños con déficit de atención y quieren
atenderlos, pero a la vez no entienden qué es lo que genera esa situación.
¿Qué mitos hay alrededor de la neuroeducación?
Por ejemplo, que la gimnasia cerebral es buena para el desarrollo y el
aprendizaje, que escuchar música clásica va a hacer que los niños sean mejores
en matemáticas, y que hacer ejercicios para el hemisferio derecho mejora la
creatividad del estudiante.
El problema de implantar estas premisas, que no son ciertas, es que generan
falsas expectativas en los padres y crean frustración en los niños.
¿Cómo influyen los sentimientos en el aprendizaje del niño?
Las emociones son esenciales para el aprendizaje, y más aún si son
positivas. Lo que nos están mostrando las investigaciones es que los circuitos
nerviosos vinculados con las emociones están soportados en los cognitivos.
Luego de una emoción hay un comportamiento, y lo que podemos hacer para
modularlo es implementar lo que sabemos sobre el cerebro.
¿A qué edad es más conveniente aplicar la neuroeducación?
Nuestras investigaciones han arrojado que se puede aplicar hasta el final
de la adolescencia. Sin embargo, se ha comprobado que, si la neuroeducación
trabaja desde la primera infancia, los niños tendrán buena salud y se
desempeñarán mejor en lo académico y en el manejo de sus finanzas, por ejemplo.
Sobre los adolescentes, el sistema educativo está frente a una gran
oportunidad: entender que pueden cambiar sus comportamientos si los docentes
saben quiénes son sus alumnos.
Por ejemplo, una de las cosas más impactantes que suceden en el cerebro de
los adolescentes es el desarrollo de habilidades sociales, razón por la cual se
sienten más motivados para aprender en pares y eso puede influir en la
estrategia de enseñanza del profesor y romper el esquema del aula.
¿Cómo puede ayudar la neuroeducación en el aprendizaje de materias que no
les gustan a los estudiantes?
Aprender tiene un significado muy complejo. Si bien hay estudios que están
demostrando que es muy importante estar motivado para aprender, no es correcto
decir que una persona que no está motivada no aprenderá. Los seres humanos han
sobrevivido a malos padres, malos profesores, malas experiencias pedagógicas, y
han logrado obtener conocimiento.
¿Qué tanto influye la alimentación en el aprendizaje de los niños?
En relación con la nutrición, por medio de la neuroeducación se puede
influir de maneras maravillosas en las familias. En Córdoba tuvimos una
experiencia espectacular: logramos mostrar la importancia que la buena
alimentación tiene para el aprendizaje, pues los educadores, junto con los
padres de familia, construyeron una red alimentaria ajustada a sus condiciones
económicas. Investigando, encontramos niños cuya comunidad educativa pensaba
que eran hiperactivos, y no era así. Lo que pasaba era que recibían mucho
azúcar en las mañanas, lo que generaba una bomba de glucosa circulando por su
cuerpo y mucha energía por quemar.
Seis claves de la Neuroeducación
No se aprende repitiendo ni memorizando las cosas, sino con la
experiencia ligada a las emociones. Mientras más conectado esté lo que se
estudia con las emociones, más sólido y duradero es el conocimiento que se
adquiere.
Enseñar de manera amena, con anécdotas, con sorpresas y en medio de
conversaciones gratas es una buena forma de promover aprendizajes sólidos. Bajo
estas condiciones aumentan las conexiones entre las diferentes áreas del
cerebro, lo que favorece la fijación de datos nuevos.
Promover la creatividad mediante actividades artísticas que disminuyan
las tensiones y mejoren la concentración. Incluir música, pintura y creaciones
literarias en los procesos de aprendizaje ha mostrado buenos resultados en los
procesos de pensamiento.
El ejercicio regular es el mejor aliado de la plasticidad cerebral:
aumenta las conexiones dentro del cerebro y, con ello, la capacidad para
adquirir habilidades y mejorar las ya existentes; permite además memorizar y
asociar ideas de una mejor manera. La actividad física también favorece la
producción de sustancias que mejoran la concentración, disminuyen el estrés y
regulan el descanso.
Descansar, dormir y reír favorecen la estimulación alternada de varias
zonas del cerebro, lo que incrementa la capacidad de retener, de conceptualizar
y de abstraer.
El juego es uno de los principales soportes de un buen aprendizaje. La
mezcla de diversión, retos, movimiento, risa e interacción social estimula
todas las áreas cerebrales implicadas en el aprendizaje. Además, favorece los
procesos de desarrollo y madurez cerebral.