Nacido
para aprender
“Los psicólogos y los neurofisiólogos no son los únicos
que buscan entender el cerebro y sus potencialidades” J. Lee O’Dell Unv. de
Kansas
Es importante dejar claro la misión de los educadores y
el conocimiento del cerebro y su desarrollo.
Al igual que para conducir un coche no necesitamos
conocer el número de bujías o la composición de las pastillas de freno, no
debemos buscar enredarnos en la química o en el funcionamiento biológico del
cerebro. Digo esto porque debemos dejar a los neurocientíficos las disputas
sobre si la hormona A es más importante que la hormona B o si el circuito A se
encarga de controlar a B, y si está o no suficientemente demostrado.
A los educadores nos interesa saber cómo alcanzar de
manera eficiente el desarrollo de las capacidades de cada alumno/a y en ello
vamos a centrarnos en estos estudios, sin que no se pueda ampliar los
conocimientos biológicos por parte de aquellos interesados en el tema. Para
ello los consejos de lecturas y libros de interés.
Partiendo de estas premisas ¿Preparados?
¡ADELANTE!
Este mes de junio está dedicado a los principios
fundamentales que debemos conocer para entender las explicaciones y comentarios
que iremos haciendo ya que todo aprendizaje que se precie debe tener en cuenta
los fundamentos del Constructivismo y la Taxonomía de Bloom y ese sendero
procuraré seguir.
En nuestro tablero de ajedrez dejamos claro los filtros
fundamentales que actúan sobre la percepción y actuaciones básicas de nuestro
cerebro que controlan nuestros pensamientos, actos y sentimientos. Estos tres
se controlan mutuamente y se afectan modificando nuestro estado emocional que a
su vez controla y modifica de nuevo nuestra composición química que es la que
al final modifica nuestra percepción de todas las cosas y situaciones, en un
complejo juego permanente de ajedrez en que cada movimiento de ficha permite
nuevos movimientos a nuestro oponente y a nosotros mismos.
Cerebro y cuerpo en un todo como la más maravillosa
obra de ingeniería del mundo conocido.
La primera etapa de la vida tanto dentro del útero de
la madre como los 6-7 primeros años de vida son fundamentales para el
desarrollo infantil dentro del mundo educativo y como en la etapa uterina no
podemos intervenir partimos desde los 16 días de nacer que comienza el
fantástico mundo del desarrollo cerebral camino del cerebro adulto pasada la adolescencia.
¿Ventanas plásticas?
El cerebro humano está preparado para aprender en cualquier situación siempre que sea libre de presión y temores como exámenes o comparaciones con sus compañeros, hermanos etc.
La plasticidad cerebral, es decir la posibilidad de
modelar, modificar, aprender etc. está claramente aceptada, salvo si hay o no
ventanas plásticas que implica la necesidad de proporcionar aprendizajes
determinados en momentos que el reloj biológico que llevamos de serie nos
impone.
La historia ha demostrado que niños abandonados,
recluidos sin contactos con seres humanos más allá de los 7 años difícilmente
consiguen hablar.
Os cuento una historia real de un buen amigo de 67
años. Guillermo nunca fue a la escuela porque en su familia con 8 hermanos él
tuvo que ir a trabajar al campo con su padre para poder alimentar a la familia.
Cuando con 18 años quiso sacarse el carnet de conducir
como no sabía leer tuvo que aprender a tener memoria fotográfica de los test y
sus respuestas, memorizándolos y así logró aprobar a la primera los exámenes.
Nunca pudo aprender a leer correctamente por mucho que en ocasiones lo ha
intentado. En la actualidad no puede utilizar herramientas como el WhatsApp
porque apenas entiende ni puede interpretar el funcionamiento de estas
tecnologías, ni leer o escribir en ellas.
En matemáticas las cantidades básicas las controla
perfectamente pero las sumas y las multiplicaciones no ha podido aprenderlas,
mucho menos dividir, sin embargo el cálculo matemático básico para pagar,
cobrar, devolver cambios etc. no sabe cómo lo hace pero no le supone ningún
problema. Por el contrario no puede escribir números más allá de diez. Esto nos
indica que es cierto lo que algunos neurocientíficos dicen acerca de que
nacemos con capacidades de interpretar volúmenes grandes, pequeños y conceptos
de cantidades básicas.
La neurociencia y la práctica real ha demostrado que el
lenguaje se aprende de manera implícita mucho mejor en el primer año de vida,
pudiendo aprender varios idiomas a la vez, al menos dos, según estudios
recientes. Además se ha demostrado que los niños con más de un idioma alcanzan
niveles intelectuales superiores de media que los niños de una sola lengua, con
una salvedad que todavía no tiene explicación y es de los niños chinos que su
cerebro funciona como si fueren dos idiomas. Al parecer cuando utilizamos más
de un idioma los circuitos neuronales se amplifican en ambos hemisferios y
permiten estudiar otras materias y otros idiomas con más facilidad. Pasados los
7 años los idiomas pasan a formar parte de otros circuitos neuronales y resulta
más difícil aprenderlos con fluidez.
El problema es que en el primer año de vida no tenemos
control de los niños, pero sí que en los siguientes años podríamos actuar, con
entornos adecuados.
La lectura es una confirmación del lenguaje y es
fundamental en esta primera etapa de la vida, ya que permite aumentar el
vocabulario y da coherencia al mapa mental, siendo un aspecto clave para nuestra manera de interpretar y percibir
la vida que nos rodea. Es inevitable hablar de la diversidad que esto genera ya
que no es el mismo entorno familiar y educativo para todos los niños y por
tanto acudirán a las escuelas con diferencias muy importantes y ello nos
obligará a tener un Plan de Atención a la Diversidad acorde a estos problemas
que genera una sociedad diversa.
¿Tenemos nuestro Plan de Atención a la Diversidad
acorde a estos problemas? ¿O básicamente lo tenemos planteado para los ACI,
ACIS y sobredotados?
Otro aspecto fundamental en esta primera etapa de la
vida educativa es iniciar a los niños en el concepto de pensamiento científico
y crítico. Cuando realicemos actividades es fundamental realizar trabajos de
Coaching Educativo, es decir realizar preguntas poderosas, como ¿Qué estamos
haciendo? Pintar, dibujar, jugar a… ¿Para qué lo hacemos? Para conocer los
colores, dibujar a papá… esta actividad desarrolla la inteligencia y la
comprensión de que todo tiene algo de sentido y que la espera de recompensa
sirve para aumentar nuestra inteligencia emocional y ejecutiva, base de un
desarrollo personal más holístico.
FORMACIÓN DEL PROFESORADO
En la etapa infantil el juego es básico para el
aprendizaje, eso lo conocemos todos, paro la pregunta es ¿Están preparadas las
aulas para desarrollar Talleres y Rincones Educativos? ¿Conocemos los
principios del Constructivismo y la Taxonomía de Bloom?
A partir de aquí planteo la creación de un debate y
grupos de los profesionales que trabajáis en esta etapa hasta los 6-7 años y
darnos opiniones de vuestras experiencias sobre lo que hoy hemos tratado y
planteado.
LIBRO DE LA SEMANA
Investigación Neuroeducativa Autor: Paul Howard-Jones
No hay comentarios:
Publicar un comentario