sábado, 2 de julio de 2016

NACIDO PARA APRENDER

Nacido para aprender
“Los psicólogos y los neurofisiólogos no son los únicos que buscan entender el cerebro y sus potencialidades” J. Lee O’Dell Unv. de Kansas
Es importante dejar claro la misión de los educadores y el conocimiento del cerebro y su desarrollo.
Al igual que para conducir un coche no necesitamos conocer el número de bujías o la composición de las pastillas de freno, no debemos buscar enredarnos en la química o en el funcionamiento biológico del cerebro. Digo esto porque debemos dejar a los neurocientíficos las disputas sobre si la hormona A es más importante que la hormona B o si el circuito A se encarga de controlar a B, y si está o no suficientemente demostrado.
A los educadores nos interesa saber cómo alcanzar de manera eficiente el desarrollo de las capacidades de cada alumno/a y en ello vamos a centrarnos en estos estudios, sin que no se pueda ampliar los conocimientos biológicos por parte de aquellos interesados en el tema. Para ello los consejos de lecturas y libros de interés.
Partiendo de estas premisas  ¿Preparados?  ¡ADELANTE!
Este mes de junio está dedicado a los principios fundamentales que debemos conocer para entender las explicaciones y comentarios que iremos haciendo ya que todo aprendizaje que se precie debe tener en cuenta los fundamentos del Constructivismo y la Taxonomía de Bloom y ese sendero procuraré seguir.
En nuestro tablero de ajedrez dejamos claro los filtros fundamentales que actúan sobre la percepción y actuaciones básicas de nuestro cerebro que controlan nuestros pensamientos, actos y sentimientos. Estos tres se controlan mutuamente y se afectan modificando nuestro estado emocional que a su vez controla y modifica de nuevo nuestra composición química que es la que al final modifica nuestra percepción de todas las cosas y situaciones, en un complejo juego permanente de ajedrez en que cada movimiento de ficha permite nuevos movimientos a nuestro oponente y a nosotros mismos.
Cerebro y cuerpo en un todo como la más maravillosa obra de ingeniería del mundo conocido.
La primera etapa de la vida tanto dentro del útero de la madre como los 6-7 primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo infantil dentro del mundo educativo y como en la etapa uterina no podemos intervenir partimos desde los 16 días de nacer que comienza el fantástico mundo del desarrollo cerebral camino del cerebro adulto pasada la adolescencia.
¿Ventanas plásticas?
El cerebro humano está preparado para aprender en cualquier situación siempre que sea libre de presión y temores como exámenes o comparaciones con sus compañeros, hermanos etc.
La plasticidad cerebral, es decir la posibilidad de modelar, modificar, aprender etc. está claramente aceptada, salvo si hay o no ventanas plásticas que implica la necesidad de proporcionar aprendizajes determinados en momentos que el reloj biológico que llevamos de serie nos impone.
La historia ha demostrado que niños abandonados, recluidos sin contactos con seres humanos más allá de los 7 años difícilmente consiguen hablar.
Os cuento una historia real de un buen amigo de 67 años. Guillermo nunca fue a la escuela porque en su familia con 8 hermanos él tuvo que ir a trabajar al campo con su padre para poder alimentar a la familia.
Cuando con 18 años quiso sacarse el carnet de conducir como no sabía leer tuvo que aprender a tener memoria fotográfica de los test y sus respuestas, memorizándolos y así logró aprobar a la primera los exámenes. Nunca pudo aprender a leer correctamente por mucho que en ocasiones lo ha intentado. En la actualidad no puede utilizar herramientas como el WhatsApp porque apenas entiende ni puede interpretar el funcionamiento de estas tecnologías, ni leer o escribir en ellas.
En matemáticas las cantidades básicas las controla perfectamente pero las sumas y las multiplicaciones no ha podido aprenderlas, mucho menos dividir, sin embargo el cálculo matemático básico para pagar, cobrar, devolver cambios etc. no sabe cómo lo hace pero no le supone ningún problema. Por el contrario no puede escribir números más allá de diez. Esto nos indica que es cierto lo que algunos neurocientíficos dicen acerca de que nacemos con capacidades de interpretar volúmenes grandes, pequeños y conceptos de cantidades básicas.
La neurociencia y la práctica real ha demostrado que el lenguaje se aprende de manera implícita mucho mejor en el primer año de vida, pudiendo aprender varios idiomas a la vez, al menos dos, según estudios recientes. Además se ha demostrado que los niños con más de un idioma alcanzan niveles intelectuales superiores de media que los niños de una sola lengua, con una salvedad que todavía no tiene explicación y es de los niños chinos que su cerebro funciona como si fueren dos idiomas. Al parecer cuando utilizamos más de un idioma los circuitos neuronales se amplifican en ambos hemisferios y permiten estudiar otras materias y otros idiomas con más facilidad. Pasados los 7 años los idiomas pasan a formar parte de otros circuitos neuronales y resulta más difícil aprenderlos con fluidez.
El problema es que en el primer año de vida no tenemos control de los niños, pero sí que en los siguientes años podríamos actuar, con entornos adecuados.
La lectura es una confirmación del lenguaje y es fundamental en esta primera etapa de la vida, ya que permite aumentar el vocabulario y da coherencia al mapa mental, siendo un aspecto clave  para nuestra manera de interpretar y percibir la vida que nos rodea. Es inevitable hablar de la diversidad que esto genera ya que no es el mismo entorno familiar y educativo para todos los niños y por tanto acudirán a las escuelas con diferencias muy importantes y ello nos obligará a tener un Plan de Atención a la Diversidad acorde a estos problemas que genera una sociedad diversa.
¿Tenemos nuestro Plan de Atención a la Diversidad acorde a estos problemas? ¿O básicamente lo tenemos planteado para los ACI, ACIS y sobredotados?
Otro aspecto fundamental en esta primera etapa de la vida educativa es iniciar a los niños en el concepto de pensamiento científico y crítico. Cuando realicemos actividades es fundamental realizar trabajos de Coaching Educativo, es decir realizar preguntas poderosas, como ¿Qué estamos haciendo? Pintar, dibujar, jugar a… ¿Para qué lo hacemos? Para conocer los colores, dibujar a papá… esta actividad desarrolla la inteligencia y la comprensión de que todo tiene algo de sentido y que la espera de recompensa sirve para aumentar nuestra inteligencia emocional y ejecutiva, base de un desarrollo personal más holístico.
FORMACIÓN DEL PROFESORADO
En la etapa infantil el juego es básico para el aprendizaje, eso lo conocemos todos, paro la pregunta es ¿Están preparadas las aulas para desarrollar Talleres y Rincones Educativos? ¿Conocemos los principios del Constructivismo y la Taxonomía de Bloom?
A partir de aquí planteo la creación de un debate y grupos de los profesionales que trabajáis en esta etapa hasta los 6-7 años y darnos opiniones de vuestras experiencias sobre lo que hoy hemos tratado y planteado.
LIBRO DE LA SEMANA

Investigación Neuroeducativa       Autor: Paul Howard-Jones

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